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miércoles, 26 de noviembre de 2014

“Los sentimientos de mi Nación”



Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo 
sin una revolución... Revolución no es sino el 
pensamiento llevado a la acción.
Emma Goldman

   De ninguna manera se puede pensar que sea casualidad que  sea en Guerrero, estado donde el “siervo de la nación” dio lectura al documento que pusiera las bases para la creación de una nación libre y progresista, sea en estas fechas cuna nuevamente del inicio de un nuevo movimiento de cambio ante una cúpula indiferente del progreso nacional.
     Es clara la torpeza política con la que se está actuando ante la cada vez más creciente oleada de ciudadanos que están dispuestos a ya no seguir en la simulación de un gobierno de cambio.
   Nos hemos estado acostumbrando a prácticas  políticas donde el montaje, es la esencia de la política mexicana, donde los sentimientos y deseos del pueblo no son otros sino en primera instancia,  los de la igualdad y paz social, deseos que por años se han ido alejando de los ideales de un país. 
   Si algo es claro en nuestra sociedad, es que son muchos los grupos que quieren, exigen y están dispuestos a lograr un cambio de raíz, un cambio que nos catapulte como una nación de primer nivel, lo complicado es que cada grupo tiene su propia forma de actuar y no buscamos la unión general para con seguir un fin común.
   Debemos todos, si en realidad queremos transformar nuestro país, elevar la voz no como un estruendo sonoro sino como una armonía, un solo tono pero potente para  desde la diversidad construya bases solidas que nos alejen de las viejas prácticas impositoras, represoras y sobre todo, alejar al conformismo que, disfrazado de valemadrismo nos ha servido de escudo ante la indiferencia de quien nos gobierna. 
   Las condiciones están dadas y esta revolución pacífica que ya inicio, no debe ser solo de un ligero cambio por falta de organización general, debemos hacer una meditación profunda y encaminar nuestro nuevo orden de gobierno hacia uno que responda a los sentimientos legítimos de nuestra nación. Ahora es cuando. 
   

jueves, 20 de noviembre de 2014

CRECE ESTALLIDO SOCIAL ANTE UN ESTADO PASIVO

"Los que hacen imposible una revolución pacífica
harán inevitable una revolución violenta"
John Fitzgerald Kennedy (1917-1963)

En el recuento de los actos nacionales de descontento hacia el gobierno, dentro del clamor de justicia ante la impunidad que es generalizada, son varios los Estados que se están radicalizándo en sus protestas.

Hemos visto como en Michoacán los pobladores organizados se levantaron en armas en contra de un narco-gobierno que a todas luces actuaba de manera arbitraria y los sumía en un panorama de terror, pobreza e injusticias.

Vivimos el día a día los avances de las investigaciones del caso de los estudiantes de la normal rural de Guerrero que fueron desaparecidos por personal del gobierno que trabaja con el crimen organizado y que a las distintas líneas de investigación que se nos plantean, son muy pocos los que le dan credibilidad.

Se han sumado mas y mas protestas por todo el territorio e incluso en algunos otros países con presencia de mexicanos exigiendo justicia y un verdadero cambio de raíz en la forma de gobierno tan arbitraria que en lugar de dirigir un país, lo someten a los intereses personales y de los partidos.

El panorama general de México no se ve nada bien, los luchadores sociales legítimos han sido presos por el estado para evitar que sigan alzando la voz en su contra, han infiltrado las manifestaciones pacíficas para desalentarlas o darle tintes de violentas y poder justificar que son ilegítimas.

En estos días, probablemente el día 20 de noviembre se hará escuchar el reclamo generalizado de todas las fuerzas civiles que exigen un cambio a fondo, Estados como Morelos y el Estado de México están próximos a llevar las protestas a sus últimas consecuencias y lamentablemente la presencia del estado es pobre y no se percibe un liderazgo en el poder ejecutivo que, minado por la exhibición de sus gastos exorbitantes en propiedades de muy dudosa procedencia, se encuentra más preocupado por como justificar que no son regalos por beneficiar contratos millonarios a base de corrupción que por esforzarse en dar respuestas a la ciudadanía en general de como va a corregir el rumbo y cambiar para poder llegar al fin a este sexenio si no con avances económicos al menos con paz social.

Si no fuera porque cada marcha tiene un fin diferente de fondo y porque la unidad social no es nuestro fuerte, estaríamos a muy poco de relevar a los titulares de los diferentes poderos del país para de forma organizada comenzar a poner cimientos sólidos a una democracia real que catapulte a nuestra gran nación que se encuentra agonizante por el cáncer de la corrupción.