En estos tiempos del auge tecnológico y los cambios sociales que se han dado por el uso de la misma, un aspecto que es ya obsoleto para el hombre es sin duda la educación académica dada en las escuelas.
Desde la revolución industrial, la importancia del hombre en la vida cotidiana y laboral se redujo a que un trabajador era útil con sólo saber leer, contar y poder interpretar órdenes para poder estar a cargo de una máquina y un mínimo de personal.
Los programas educativos desde entonces se han enfocado a cubrir estos aspectos básicos para satisfacer a la industria con obreros preparados -cuando menos para estas tareas-.
En la actualidad, en cuestiones educativas ha habido muchos cambios y descubrimientos, uno de ellos y quizá de los más importantes es la visión que nos dejo Howard Gardner al hacernos entender que no existe una inteligencia sino varias de ellas y que se le ha dado importancia en las aulas a sólo uno de ellas, la lógica matemática.
La inteligencia es la capacidad desarrollable y no sólo «la capacidad de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas».
La inteligencia no sólo se reduce a lo académico sino que es una combinación de todas las inteligencias. Ser hábil en el deporte o en las relaciones humanas implica unas capacidades que, por desgracia, no están seriamente contempladas en los programas de formación académica.
En nuestro país y muchas partes del mundo no ha habido cambios significativos en los sistemas académicos para poder ayudar al alumno a desarrollar de manera integral sus capacidades natas y no insistir en seguir el patrón de formar un obrero como se sigue asiendo en muchas universidades y que dan como resultado "la formación" de universitarios mediocres y mal instruidos.
Afortunadamente la tecnología y algunas universidad han implementado la educación a distancia donde, quien realmente desea incrementar sus conocimientos y desarrollar sus capacidades lo puede hacer de manera adecuada pues pensar en que esto sea posible en aulas de programas educativos presenciales sería carísimo e irreal.
No podemos dejar la tarea de la modernización de la educación a los educadores que trabajan desde el sistema pues es obvio que no conviene al estado modificar los programas educativos con fines de que el individuo realmente aprenda y no sólo pueda obtener un certificado para poder emplearse para subsistir.
Publicado por Amilcar Chan con Blogsy
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