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domingo, 20 de abril de 2014

Cosas que pasan

Como día a día, el ritual repetitivo de abrir los ojos, encender la tele, ver las noticias relevantes, caminar hasta la cocina y decidir que tomar, -café desde luego - pero, ¿cómo? Expresso, moka, en prensa francesa...aunque, ahhh no hay tiempo y el cansancio es obvio así que esta ves será sólo poner una cápsula en la máquina de la vida dulce, un baño y vámonos que una ves más se hizo tarde.

 

Las calles se observan solitarias, mudas y alejadas de aquel ritmo cotidiano que comúnmente se ve en días laborables.

 

La pregunta obligada es, ¿que pasa? Aunque bien, bien, son vacaciones de Semana Santa los vecinos cristianos deben estar en ayuno y oración reflexiva por el aniversario luctuoso del fundador de la unificación monoteísta moderna propuesta ante su pueblo judío y que por imposición cultural se ha recibido como parte de la cultura del mexicano. Eso, o andan aprovechando este pretexto para salir a algún lugár cercano para mitigar el stress propio de la vida citádina.

 

Luna sangrienta, ultimátum a las guardias de autodefensa en Michoacán, temblores, el adiós a Márquez. ¿Son estas, señales apocalípticas? O sólo son cosas que pasan y que muchos quieren ver con ojos pesimistas, con aires de complots, con relación a lo sobrenatural -eso puede ser- pues está de moda.

 

Lo cierto es, que con todo lo que acontece, la vida sigue y debemos continuar con muchas de nuestras rutinas para poder seguir "sobreviviendo"

 

¿Porqué con tanta información actual sobre fenómenos astronómicos seguimos creyendo en avisos sobrenaturales? ¿Por qué no sólo apreciamos a los recientes terremotos como asentamientos tectónicos que deben darse y que de ninguna forma son parte de algún plan para exterminarnos por castigo divino?

 

¿Qué pasara si el diez de mayo una de las partes comprometidas con el pacto entre gobierno y autodefensas decide no acatar el compromiso realizado y toma un nuevo camino?

 

¿Acaso no habrá, algún José Arcadio Buendía que tenga en estos momentos algún experimento para retroceder el tiempo o que con conocimientos de alquimia garantice la transmutación de la llamada "Alma" del prolifero escritor colombiano?

 

Son muchas las interrogantes que saltan a mi mente, pero, ya habrá tiempo de reflexionarlas pues este día apenas comienza y hay que trabajar duro para dejar de pensar en cosas, en cosas simplemente cotidianas.

 

 

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